El óxido de etileno amenaza la salud de las comunidades marginadas tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico. La exposición al óxido de etileno es un claro ejemplo de racismo ambiental, el cual debe ser atendido para poder lograr la justicia ambiental en las comunidades expuestas. Con esto en mente, mis colegas de la Unión de Científicos Conscientes redactaron un informe científico titulado Amenaza invisible, impacto desigual, en el cual evaluaron los riesgos a la salud debido a más de 100 esterilizadores comerciales que emiten óxido de etileno en Estados Unidos y Puerto Rico.
¿Qué es, y para qué se usa el óxido de etileno?
El óxido de etileno (ethylene oxide, EtO en inglés) es un gas inflamable e invisible que causa cáncer y altera el código genético (ácido desoxirribonucleico, o ADN). Es utilizado para esterilizar equipo médico y plásticos sensibles al calor o la humedad. También se utiliza como tratamiento antimicrobios para especias y verduras secas, entre otros usos. Según datos de 2023 de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), 104 esterilizadores comerciales que emiten óxido de etileno operan en Estados Unidos y Puerto Rico.
El óxido de etileno aumenta el riesgo de cáncer
El óxido de etileno altera el ADN humano, aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer como la leucemia y en particular es más peligroso para los niños ya que sus células se dividen rápidamente a medida que crecen y el óxido de etileno puede dañar el ADN de las células.
En comunidades de bajos ingresos y de mayoría de origen latino, como Laredo, Texas, existen casos de leucemia infantil que muy probablemente estén relacionados con las emisiones de óxido de etileno de la esterilizadora Midwest.
Y en Waukegan, otra comunidad en su mayoría hispana al norte de Chicago (Illinois), un análisis toxicológico encontró altos niveles de óxido de etileno en la sangre de personas que viven cerca de la esterilizadora de Medline que emite el contaminante tóxico.
Como veremos, dichos riesgos son aún más altos para la población boricua. Y el óxido de etileno contribuye enormemente a los riesgos a la salud de todos los contaminantes tóxicos del aire: de acuerdo al análisis de UCS, el riesgo promedio de los casi 140 contaminantes tóxicos del aire en tramos censales (census tracts) es de 60 casos por un millón de personas—casi el triple del promedio para Estados Unidos.
¿Cómo se compara la exposición de óxido de etileno en Puerto Rico con el resto de Estados Unidos?
Siete de las 104 esterilizadoras que emiten óxido de etileno están localizadas en Puerto Rico:
- Customed (Fajardo)
- Edwards Lifesciences Technology (Añasco)
- Guidant Puerto Rico, también conocida como Boston Scientific (Dorado)
- Medtronic (Juncos)
- Medtronic (Villalba)
- Steri-Tech (Salinas)
- St. Jude Medical (Arecibo)
Aunque parezca un número reducido, estas siete instalaciones presentan riesgos desproporcionados a la población en comparación con el resto de los Estados Unidos. Según la EPA, cuatro de los 23 esterilizadores comerciales donde el riesgo de cáncer por respirar aire contaminado con óxido de etileno es de por lo menos 100 en un millón están en Puerto Rico: Edwards Lifesciences, Customed, Steri-Tech y Medtronic (Villalba); Edwards Lifesciences y Steri-Tech están entre las más riesgosas a nivel de todo Estados Unidos y los territorios. Un riesgo de cáncer de 100 en un millón significa que, si un millón de personas estuvieran expuestas a un nivel de óxido de etileno 24 horas al día por 70 años, sería muy probable que 100 personas desarrollaran cáncer debido a esa exposición.
Tomando en cuenta que Puerto Rico ocupa el tercer lugar en número de esterilizadoras entre todos los estados y territorios (sólo lo rebasan California y Texas—los estados con mayor población), que Puerto Rico tiene una décima parte de la población, y apenas el uno por ciento de la extensión territorial de Texas, podemos ver claramente que los riesgos para la población puertorriqueña son desmesurados.
La situación empeora al ver el perfil demográfico y socioeconómico en cercanía a las instalaciones. En Puerto Rico, la población en comunidades aledañas a dichas instalaciones (es decir, quienes residen dentro de un radio de 5 millas u 8 kilómetros o menos de cada instalación) representa un 12,6 por ciento de la población puertorriqueña (unas 413.482 personas), una cifra porcentual mucho más alta que en los Estados Unidos, donde 4,2 por ciento de la población vive dentro del umbral de 5 millas de las restantes 97 instalaciones.
Las comunidades aledañas a dichas instalaciones están compuestas en su mayoría por personas con bajos ingresos: en promedio, 75 por ciento de dichas comunidades viven bajo 200 porciento (o sea, el doble) del umbral de pobreza. En comparación, el 28 porciento de las comunidades aledañas a instalaciones de óxido de etileno en los Estados Unidos viven bajo el 200 porciento del umbral de pobreza, cifra que no es insignificante pero puntualiza los riesgos elevados a esa población.
La exposición al óxido de etileno ha ocurrido por largos años en Puerto Rico, ya que algunas de estas instalaciones, como Edwards Lifesciences, Medtronic y Boston Scientific operan hace más de tres décadas en la isla.
¿Qué ha hecho y qué más debe hacer EPA para reducir la exposición al óxido de etileno?
La sospecha de que el óxido de etileno es mucho más peligroso para la salud de lo que se pensaba data de por lo menos 2006, cuando la EPA publicó una evaluación preliminar donde encontró que inhalar continuamente el contaminante es unas 30 veces más carcinogénico de lo que se había pensado, y unas 50 veces más carcinogénico de lo que se pensaba para los que han estado expuesto al mismo desde su nacimiento.
Pero la EPA se doblegó ante la presión ejercida por la industria de la esterilización con óxido de etileno—quienes rechazaron, sin criterio científico, la validez de la ciencia toxicológica—y no fue hasta 2016 que la agencia finalizó la evaluación.
La Directora de EPA en el Caribe, Carmen Guerrero, declaró que en 2022 la EPA convocó reuniones con las comunidades impactadas por las instalaciones en Puerto Rico, afirmando que la agencia se dispone a fortalecer la regulación. La EPA debe continuar por ese camino, atender los reclamos de las comunidades expuestas al óxido de etileno, y actuar de acuerdo a lo que su propia ciencia ha determinado sobre los peligros de dicha sustancia tóxica. Por lo pronto, la EPA debe fortalecer las protecciones para reducir las emisiones de óxido de etileno tanto como los protocolos de monitoreo e informes y hacer cumplir los estatutos legales. La solución permanente es el desfase total del óxido de etileno a través de la búsqueda de alternativas viables.
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