La red eléctrica de California está cargada de retos. A lo largo de todo el año está presente el riesgo de que chispazos salidos de los cables originen incendios descontrolados. También existe la posibilidad real de que una ola de calor extremo obligue a aumentar los cortes rotativos de electricidad. Pero en el horizonte se divisa una amenaza que California ni siquiera ha empezado a afrontar: cómo reemplazar con energía limpia la planta nuclear Diablo Canyon cuando ésta cierre a mediados de la década.
En el 2018 las autoridades reguladoras de California aprobaron la decisión de cerrar Diablo Canyon, la última planta nuclear del estado. Poco después, los legisladores californianos aprobaron una ley que asegura que el cierre Diablo Canyon no provocará un aumento de las emisiones que causan el calentamiento global cuando en 2024 y 2025 se apaguen los dos reactores nucleares de la planta.
Pero, ¿California ha hecho lo suficiente para reemplazar Diablo Canyon sin incrementar las emisiones que favorecen el calentamiento global?
Nosotros hemos estudiado los números y la respuesta es no. La Unión de Científicos Conscientes (UCS, por sus siglas en inglés) ha dado a conocer hoy un nuevo análisis llamado Cuenta Regresiva hacia el Cierre (en inglés) donde se incluyen todos los detalles. Para quienes, entre ustedes, estén buscando la versión tl;dr corta en español, este es el lugar correcto.
¿Cómo hizo la UCS el análisis?
Cuando nos pusimos a emprender este análisis, la primera pregunta a la que tuvimos que responder fue “¿Cómo podremos averiguar si la clausura de Diablo Canyon incrementará las emisiones del calentamiento global?”
Puede ser que parezca una pregunta sencilla, pero en realidad no lo es. Hay muchos otros factores influyendo en los cambios en el sector eléctrico de California (el standard para la energía renovable y los requisitos para una red de distribución confiable, por ejemplo). Esto puso en relieve la necesidad de encontrar una forma de señalar con precisión el efecto del cierre de Diablo Canyon sobre las emisiones causantes del calentamiento global.
Para precisar este efecto usamos una malla de herramientas modeladoras que proyectaran las emisiones del calentamiento en dos mundos diferentes. Primero, modelamos el mundo real en el que todos vivimos y en el que Diablo Canyon cerrará a mediados de esta década. Después, modelamos un mundo alternativo en el que Diablo Canyon continúa siendo operativo. Finalmente, al comparar la trayectoria de las emisiones de estos dos mundos diferentes, pudimos precisar el efecto de la clausura de Diablo Canyon sobre las emisiones globales de calentamiento.
En esencia, las emisiones del mundo alternativo (en el que Diablo Canyon continúa en operaciones) sirven de base comparativa. En tanto que las emisiones del mundo real se mantengan por debajo de ese nivel, vamos bien. En otras palabras, la única forma de asegurar que el reemplazo de Diablo Canyon no aumente las emisiones de calentamiento global es mantenernos debajo de la línea base del mundo alternativo que usamos en el modelo.
¿Contribuirá el cierre de Diablo Canyon al aumento de las emisiones de calentamiento global?
Desgraciadamente la respuesta es sí.
Asumiendo que California se mantenga en la senda actual de descarbonización que recientemente ha sido mayoritariamente apoyada por la Comisiónde Servicios Públicos de California, el análisis de la UCS muestra que entre hoy y 2030, el sector eléctrico del estado emitirá 15,5 millones de toneladas métricas (MMT) extra de emisiones de calentamiento global. El aumento se debería al retiro de Diablo Canyon. Y al provenir estas emisiones extra de las plantas existentes de gas natural que deben operar con mayor frecuencia, las emisiones contaminantes de estas plantas de gas aumentarían paralelamente. Estimamos que el aumento de un tipo de contaminante del aire, el óxido de nitrógeno (NOx), sería el equivalente a la emisión de NOx de 1.890 buses escolares diésel circulando durante la próxima década.
Aún más, el análisis de la UCS indica que el plan actual de descarbonización para el sector eléctrico no reduce suficientemente las emisiones que se proyectan para 2030 y represente un reemplazo total de Diablo Canyon y cumpla adicionalmente con los requisitos de energía limpia del estado de California (i.e. el standar para el portafolio de energía renovable). Considerando esto, el análisis demuestra que el sector eléctrico de California no descarbonizará lo suficiente para que en 2030 se sumpla con la ley estatal. Es necesaria, entonces, una descarbonización más agresiva.
¿Significa esto que Diablo Canyon deba seguir en funcionamiento?
No, absolutamente. Esta no es la conclusión a la que debemos llegar.
Desde un principio la planta nuclear Diablo Canyon ha sido objeto de preocupación por su seguridad antisísmica. Y, tal como ocurre con cualquier planta nuclear, están los desafíos que plantea la eliminación de los desechos nucleares. Pero ni siquiera estas objeciones fueron la gota que colmó el vaso.
Pacific Gas and Electric (PG&E) decidió cerrar Diablo Canyon por razones económicas, principalmente. La planta nuclear usa agua del océano para enfriar sus reactores y esta tecnología de enfriamiento es tan destructiva para el ecosistema marítimo que está siendo dada de baja en las plantas de energía en California. PG&E se vió enfrentada a una elección: gastar una enorme cantidad de dinero para renovar la tecnología de enfriamiento en Diablo Canyon o cerrar definitivamente la planta. Al final, PG&E decidió que la renovación no reportaría beneficios económicos suficientes y optaron por el cierre.
Cerrar Diablos Canyon sigue siendo la opción correcta si tomamos en cuenta consideramos la seguridad antisísmica y la costosa actualización de sus instalaciones. California necesita hacer más para reemplazar Diablo Canyon con recursos energéticos limpios para prevenir el aumento de las emisiones y continuar en la transición hacia una electricidad limpia.
¿Qué clase de recursos necesitamos para reemplazar Diablo Canyon?
Tal como el análisis de la UCS pudo precisar los efectos que tendría el retiro de Diablo Canyon sobre las emisiones del calentamiento global, el documento también pudo señalar con precisión los recursos exactos que es necesario que estén ya disponibles en 2030 para reemplazar la planta energética. En general, son una mezcla diversa de energías renovables y medios de almacenar energía, elementos que constituyen el enfoque más económico. La mezcla exacta de estos recursos depende fuertemente de cuán agresiva sea la descarbonización del sector eléctrico que California emprenda.
En los relativamente poco ambiciosos planes para descarbonizar el sector eléctrico de California se necesitan muchos gigawatts de viento y recursos para almacenar energía para reemplazar Diablo Canyon. Sin embargo los recursos solares y geotérmicos también juegan un papel importante al momento de planificar para conseguir metas de descarbonización mas agresivas (¡que deberíamos estar persiguiendo!) Actualmente California ya está planeando construir muchos de estos recursos con el fin de alcanzar la meta de una electricidad 100 por ciento limpia. Del análisis se desprende que es claro que acelerando la instalación de una mezcla diversa de tecnologías de energías renovables y de almacenamiento es la clave para el reemplazo de Diablo Canyon.
¿Cuál es el siguiente paso a dar?
Primero y antes que nada, los reguladores de la Comisión de Servicios Públicos de California necesitan actuar ahora para asegurar que el cierre de Diablo Canyon no conduzca al aumento de la emisiones que causan el calentamiento global. Tal como están las cosas, los planes actuales para el sector eléctrico del estado darán como resultado una subida significativa de la emisiones debido al retiro de Diablo Canyon.
Mencionamos algunas acciones diferentes que los reguladores de California podrían emprender para enfrentar esta situación. Por ejemplo, podrían ordenar la adquisición adicional de nuevos recursos por encima de lo que ya está incluído en los planes. Paralelamente podrían elegir una vía más ambiciosa para la descarbonización del sector eléctrico, que es el enfoque preferido por la UCS, ya que combina el cierre de Diablo Canyon con el avance hacia la meta de descarbonizar completamente el estado de California.
A medida que la redes eléctricas sigan evolucionando las plantas nucleares del país correrán el riesgo de cierre. California demostró liderazgo al gestionar la transición hacia una energía limpia comprometiéndose el estado a reemplazar su última planta nuclear de energía sin aumentar las emisiones. Ahora California deberá asumir esa promesa.