Este es el segundo de una serie de cuatro blogs sobre East Boston, una Controvertida Subestación Eléctrica y las Oportunidades para una Transición a Energía Limpia. Pinche aquí para ver el primero, tercero y cuarto.
Vivimos en un mundo que enfrenta una crisis climática que ya se está manifestando en todas partes a través de calentamiento extremo, inundaciones, sequias, tormentas e incendios. Científicos de las Naciones Unidas han pronosticado al menos 3 pies (0,9m) de aumento en el nivel del mar antes del final de este siglo, y en el Noroeste de EEUU este aumento amenaza con suceder aún más rápido. Y sin tener que ir más lejos, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) pronosticó para este año en Boston 19 días de inundaciones por marea alta sin siquiera incluir lluvias y fuertes temporales.
La toma de acciones decisivas es ahora más urgente que nunca para mitigar impactos negativos como las inundaciones crónicas, mientras que nos adaptemos a los cambios que ya están sucediendo. Es aquí donde el sector energético debe ejercer un rol principal debido a su responsabilidad en la generación de emisiones de calentamiento global por la quema de combustibles fósiles en sus plantas eléctricas, y la escala y velocidad de la transición a energía limpia que debe suceder ahora y en años por venir.
Mas, ¿cómo luce una transición a energía limpia a nivel local? ¿Qué inversiones en infraestructura energética deben ser priorizadas? Y, ¿cómo podemos asegurarnos que esta transición beneficie a todos en nuestra sociedad?
La Union of Concerned Scientists (UCS) y Raíces Verdes (GreenRoots en inglés) tomaron como referente una subestación eléctrica propuesta para East Boston, Massachusetts. Este blog describe la justificación para este proyecto, las preocupaciones de la comunidad con respecto a esta subestación, y alternativas que facilitarán una transición energética justa para las y los residentes de East Boston.
El plan de Eversource: una nueva subestación eléctrica de alto voltaje en East Boston
Eversource es una compañía regional de energía eléctrica que planea construir en East Boston la subestación “East Eagle” de 115.000 voltios. El proyecto, que les costará a los contribuyentes casi $50 millones de dólares (incluyendo un reciente cambio), fue presentado originalmente en el 2014 a ISO New England (la organización regional de transmisión de energía). Desde entonces múltiples preguntas han surgido con respecto a la necesidad y pertinencia de este proyecto.
Eversource ha asegurado que la subestación East Eagle es necesaria para cubrir el aumento en la demanda eléctrica del área. Sin embargo, la última proyección a 10 años de ISO New England muestra que aun bajo un clima de verano extremo, la demanda pico (la máxima cantidad de electricidad usada en una hora) proyectada para la región en conjunto, de hecho, va a bajar a través del tiempo (mire la línea verde en la siguiente gráfica). Mientras que la situación de demanda eléctrica en el área de la subestación puede llegar a ser diferente a la de la región, las justificaciones de Eversource han cambiado a través del tiempo haciendo cada vez menos claro si la subestación es en efecto necesaria.
Preocupaciones de la comunidad con respecto a los riesgos de la subestación
Las preocupaciones de la comunidad en Eastie y de los expertos en el tema son mucho más claras. Estas van más allá de si la subestación es necesaria y se enfocan en los riesgos que esta representa. La propuesta subestación estaría:
- Ubicada en un área que ya se está inundando. En los próximos 50 años la subestación se enfrenta a inundaciones de al menos 1 pie (30,5cm) de agua o más, y hacia el final del siglo sufrirá inundaciones crónicas al menos 26 veces al año. Infraestructura eléctrica crítica expuesta a inundaciones puede dañarse durante estos eventos. Por ejemplo, los transformadores podrían explotar al inundarse. En caso de fuego, los riesgos no son sólo el fuego sino también la exposición respiratoria a los químicos presentes en las subestaciones como el ácido sulfúrico, el aceite para los transformadores y el fluido dieléctrico.
- Próxima a 8 millones de galones de combustible para aviones. La comunidad está especialmente preocupada por el riesgo de fuego debido a la proximidad de la propuesta subestación al local donde están almacenados 8 millones de combustible para aviones.
- Cruzando la calle del parque más popular de East Boston. El American Legion Playground es un muy visitado parque que queda justo a cruzar la calle de donde la subestación East Eagle estaría localizada. La comunidad local teme que la subestación podría poner en riesgo la seguridad de las familias que visitan el parque.
- En un vecindario densamente habitado que históricamente ha sufrido injusticias ambientales. En East Boston viven más de 40.000 personas de las cuales más del 50 por ciento son latinoamericanas y el 17 por ciento vive en condiciones de pobreza. Más de 100 años de uso industrial han dejado una carga de contaminación en el suelo, el agua y el aire de East Boston. Tal y como está planteada esta subestación, la comunidad cargará con todos los riesgos mientras que es mucho más difícil identificar cuáles serían los beneficios para la comunidad.
Nuevas alternativas para brindar servicios a la red eléctrica
La propuesta subestación en East Boston es un ejemplo de las decisiones críticas que las empresas de energía y otros actores principales del sector energético están tomando ahora y que pueden tener serias implicaciones a largo plazo. Estas decisiones pueden facilitar una transición a fuentes locales de energía limpia o atarnos por décadas a modelos energéticos costosos, tradicionales y centralizados.
El carbón y otros combustibles fósiles se han usado por más de un siglo para generar electricidad. Ahora, las preocupaciones asociadas a la contaminación del aire, las emisiones causantes del calentamiento global, y el creciente costo comparativo del carbón han hecho que enfoquemos nuestra atención en energías renovables como la solar y la eólica.
Como resultado, nuestro sistema eléctrico está pasando por una gran transformación. Y parte de esta transformación es un llamado a las compañías de electricidad a replantearse viejas prácticas al momento de considerar nuevas inversiones en infraestructura como plantas de generación eléctrica, líneas de transmisión y subestaciones.
A lo largo del país están emergiendo ejemplos de cómo el pensar creativamente en modelos descentralizados se está convirtiendo en ahorros para los contribuyentes, incrementos en la confiabilidad del sistema y mejoramiento de la resiliencia de cara a condiciones climáticas extremas. En el sur de California, por ejemplo, un proyecto de $500 millones de dólares para construir una planta de gas para atender demanda pico fue abandonado por un portafolio limpio que le ahorrará $125 millones de dólares a los contribuyentes en comparación con el proyecto inicial. En el Noroeste, cerca de 5.000 usuarios de sistemas residenciales de energía solar con almacenamiento energético proveerán 20 megavatios (MW) de capacidad a ISO New England a partir del 2022. Y en Nueva York, el programa de Manejo de Demanda Brooklyn Queens a postergado la actualización de una subestación que habría costado $1.000 millones de dólares.
Dados los riesgos asociados con la subestación propuesta para East Boston y el potencial de alternativas no tradiciones (también conocidas como alternativas sin cableado), UCS y Raíces Verdes se unieron para analizar qué representaría el aprovechar una porción del potencial de energía solar presente en los techos de East Boston acompañado con almacenamiento energético.
En el siguiente blog exploramos los resultados del análisis y las implicaciones de lo que encontramos.